Sunday, April 30, 2006

Once upon a time

Fue hace unas semanas. Estaba en una fiesta, bastante borracha, bailando y blah. La cuestión es que me pinta la angustia esa que me suele agarrar cuando estoy en uno de esos lugares. Empiezo a observar a la gente y todos me parecen iguales, me siento al margen, desencajada. Es una sensación espantosa, así que saludo a mi gente y salgo del lugar.
Podría atribuírle mi equivocación a la borrachera, pero no voy a ser tan necia esta vez. Parece que cuando salí del lugar, enfilé para el lado incorrecto. Resulta que termino parada frente a la puerta de un edificio al que ya no entro. Un edificio al que solía ir muy seguido, pero buah, las cosas son así. Parada en la vereda desierta, me prendo un pucho y miro para el lado del Obelisco. Lo pienso no más de 10 segundos y ya está claro, ni da quedarse ahí, con cara de cachorro huérfano. Empiezo a caminar para el lado de Córdoba y paro un taxi.
Y cómo serán las cosas, que empieza a sonar Like a rolling stone en la radio, la versión original. Lo pienso no más de 5 segundos, y de nuevo está todo claro, no da para ponerme melanco y llorar. Podría atribuírle mi suceptibilidad a la borrachera, pero no. El cuerpo me ganó de mano y ya estoy toda lagrimeante y tarareante.