Don't stand so close to me
Ya es costumbre. Agarro un cuchillo y abro la heladera. Me quedo mirando durante largos minutos qué puedo llegar a picar mientras mi abuelo me dice "calzate o te vas a quedar pegada". Todos los días lo mismo, parece que no entiende que me gusta andar descalza y que también me gusta comer... y que pienso hacer las dos cosas que me gustan al mismo tiempo.
Cuestión es que ayer estaba cortando pedacitos de queso, sacando cucharaditas de dulce de leche, cortando pedazos de empanadas para ver qué tenían de relleno. Iba metiendo mi cabeza en ese maravilloso universo refrigerado cada vez más. Cuando terminé con mi inspección gastronómica de la tarde, quise cerrar la puerta. Quise cerrar la puerta pero no saqué mi cabeza de su camino.
Resultado? Punta de la puerta de la heladera golpeando mi nariz. Chichón. Mi abuela diciéndome "a vos te hicieron algún mal, Celeste... Primero te caés, ahora esto... yo no sé, me preocupa".
Cuestión es que ayer estaba cortando pedacitos de queso, sacando cucharaditas de dulce de leche, cortando pedazos de empanadas para ver qué tenían de relleno. Iba metiendo mi cabeza en ese maravilloso universo refrigerado cada vez más. Cuando terminé con mi inspección gastronómica de la tarde, quise cerrar la puerta. Quise cerrar la puerta pero no saqué mi cabeza de su camino.
Resultado? Punta de la puerta de la heladera golpeando mi nariz. Chichón. Mi abuela diciéndome "a vos te hicieron algún mal, Celeste... Primero te caés, ahora esto... yo no sé, me preocupa".
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