Monday, March 13, 2006

Ñoña

Le doy derechito por el borde de la cornisa y la verdad es que ya no tengo excusas, no puedo hacerme la pobrecita. No soy amante de los deportes extremos... vamos, ni siquiera de los deportes, pero de alguna manera me las arreglo para terminar siempre en la boca del lobo. Entonces ni lo compares con el paracaidas, la subida al Everest o tirarte atado de un tobillo desde una grúa. Esto es Carrera de Mente pero con una sobredosis de adrenalina.
Eso le pasa a una cuando en vez de jugar al elástico en el recreo, se va a la biblioteca a que le recomienden libros.
Linda Anna O. le salió a mi madre, quién lo hubiera imaginado...