Y mientras miro el techo...
- Qué hubiese sido lo peor?
- No sé... notar que no quisieras hablar conmigo... Que te molestara que te llamara.
- Y lo mejor?
- Esto.
Y porque sí. A veces surgen ganas de algo y una va y lo hace, no?
A veces una tiene tanto pero tanto tiempo libre que se dedica a imaginar realidades paralelas donde los vínculos exclusivamente fraternales son posibles.
A veces, por hacer lo que tenemos ganas de hacer, nos damos cuenta de que esas realidades nunca cruzaran el muro de lo ficticio.
Y hay otras veces en las que decidimos inventar nuevas categorías de relaciones humanas. Pero como eso lo venimos haciendo desde que tenemos 14 años, mejor hacer un par de evaluaciones más antes de meternos en el fango y terminar de hundirnos por completo.
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